Gestión de la Mejora

La Excelencia se alcanza mediante un proceso de mejora continua. Mejora, en todos los campos, de las capacidades del personal, eficiencia de los recursos, de las relaciones con el público, entre los miembros de la organización, con la sociedad, etc., y que se traduzca en una mejora de la calidad del producto o servicio prestado.

Alcanzar los mejores resultados, no es labor de un día. Se trata de un proceso progresivo en el que no pueden producirse retrocesos. Deben cumplirse los objetivos de la organización y prepararse para los próximos retos.

Lo deseable es mejorar día a día, adquirirlo como hábito, y no dejar que se produzcan altibajos. Lo peor es un rendimiento irregular que no permita predecir los resultados de la organización, porque los datos e información, no son fiables ni homogéneos. Cuando se detecta un problema, la respuesta y solución, ha de ser inmediata. No nos podemos demorar, pues podría originar consecuencias desastrosas.

La gestión de la mejora, teniendo en cuenta el Modelo EFQM® de Excelencia, implica:

• Aumento de la eficacia en el uso de los recursos de la organización para aumentar la satisfacción del cliente.
• Mejora de la capacidades de organización de la empresa.
• Alineación de las actividades de mejora a todos los niveles de la organización respecto a la estrategia de la misma.
• Flexibilidad para reaccionar rápidamente a las oportunidades.